11.11.2006

Introducción

Quería hacer una introducción que presentase los contenidos de esta web sin mostrar síntomas de charlatan, y, sin embargo, he fracasado rotundamente.
En primer lugar, quiero agradecer a los que han prestado sus textos para esta pequeñísima exhibición, a los que los cederán en un futuro y a los que sólo manifestaron su negación, que, afortunadamente, son una minoría. También dar gracias a Nacho por ayudarme a diseñar el blog y, por supuesto, a todos parroquianos que acepten pasar un breve tiempo en nuestras instalaciones, sea por pedido de familiares, por interés, o por culpa de los bifurcados e impredecibles caminos que otorgan los buscadores.
La idea es simple: una web que pretende otorgar a cualquier lector textos literarios, tanto en prosa como en versos, de escritores aficionados residentes de la Universidad Nacional de Mar del Plata, aunque no negaremos espacio a cualquiera que no lo sea y quiera dejar lo que escribe publicado aquí.
No contamos ni con apoyo, ni con publicidades, ni con agrupaciones políticas -por ahora-. Aquí entra quien quiera leer a jóvenes escritores.
Existe la posibilidad de que los lectores dejen sus comentarios sobre lo que han leído, sin ninguna obligación de registrarse ni hacer ningún tipo de rebusque. A consideración de este último inciso, se ruega piedad en las opiniones. Debe recordar al lector nuestra condición de “principiantes”. Quien busque en nosotros un Borges, podremos prestarle un libro de nuestras bibliotecas. Aunque, tal vez, aquí se puedan leer cosas interesantes, siempre en cuando se me sepa omitir y se busque en mis compañeros. Después de todo, leer es cambiar el punto de vista de las cosas –aunque parezca una propaganda de autos-. Pero uno sólo llega a conocer a los grandes eruditos. Descree de la posibilidad de encontrar buenos textos si no los escribe Wilde o Joyce. Ellos han sido excelentes, pero no viven en el 2006 ni son estudiantes universitarios en Mar Del Plata. Para alardear un poco más, son tres las ventajas que tenemos: la pertinencia de escribir en el siglo XXI, la posibilidad de que cualquier persona nos lea en cualquier parte del mundo sin gastar un peso y el viajar ligero que proporciona no tener que llevar a cuestas el título de escritor. Se me dirá: “ellos tienen calidad y prestigio”. Yo me conformo con lo que tengo.

Fines

Se me ha preguntado, cada vez que he tenido que explicar esta web, con que finalidad hacer algo que a uno no le deja ningún beneficio –ni económico, ni intelectual, ni en beneficio de cierta potencialidad-. Difícil es la orientación de esta respuesta si nos detenemos en ciertos indicios, como es el hecho de que yo ya tengo un blog donde escribo (“The Igea´s Projects”), que, si bien tiene fines humorísticos o semejantes, podría hacerse una sección aparte -como las hay- para ficciones; a lo que se suma la exigüidad de mis textos si en cantidad nos referimos –y seguramente, también en calidad.
Y sin embargo, con todo lo narrado, no veo porque detenerme. Uno sufrió, y sufre aun, las dificultades que se tienen a la hora de querer compartir los textos con alguien. Es complicada, además de innecesaria, la publicación de un libro. Además, existen muy pocos foros donde uno puede mostrar lo que escribe, sumado a otros factores que no estoy dispuesto clasificar. Con todo lo dicho, se podría decir que si la gente cada vez se aleja más de la lectura, mucho más lo va a hacer de la escritura; y si cada vez son menos los foros de lectores que comparten ideas y gustos, la concreción de grupos de escritores en forma arbitraria parece ya una ocurrencia propia de una ficción. Entonces la vida de sus textos no tiene otro destino que la lectura de algunos entenados, siempre agradecida, si es que se salvan de ser encasilladas en una carpeta del disco duro hasta descomponerse –o se pudre el archivo o se jode la máquina, hecho que, a menudo, suele presentarse-.
Es un final triste, incluso para un texto mal escrito.
Entiendo yo por literatura una expresión artística, pero también una comunicación. Y la comunicación es un fenómeno que necesita por lo menos de dos individuos: un emisor y un receptor. Entonces, el hecho de escribir como una comunicación de un único participante, se asemeja a hablar solo –y todo el mundo sabe cual es la patología que tiene un individuo cuando habla solo-. Parece algo bastante simple, además de erróneo, pero no se está razonando afuera del tarro. La producción literaria necesita de lectores, o mejor aun, tiene que existir no para ser escrita sino para ser leída.
Entonces, este blog no hace más que ser una excusa, un certificado médico que denuncie la falta de locura, porque por más que a uno no lo escuchen, no ha de faltar la intención de ser entendido. Cualquier persona en el mundo frente a una computadora con Internet puede leernos si esa es su intención. Podemos, de esta forma, compartir nuestros textos con cualquiera que quiera leerlos.


Cuestiones de edición

Yo me ocupo de leer los textos y de publicarlos, pero no realizo ningún control de ortografía, ni de redacción, ni ninguna otra cosa similar. Cualquier virtud o error de la obra es parte de ella en el momento en que llega a mis manos. Así, podrá juzgarse como intencional o como cualquier otra cosa, pero de seguro no tendrá nada que ver conmigo, salvo que mío sea el texto. En ese caso, seguramente es un error del autor.

En caso de querer publicar.

Tan sólo dejar su mail y su nombre aquí, en un comentario, obviamente, especificando su deseo. Juro ponerme a disposición de quien quiera que sus textos tengan luz, por más tenue que sea, en este sitio.